Ya han pasado dos meses desde que viajamos a Roma, y aun seguimos encantados. Queremos volver a Italia pronto.
Ahora que he encontrado un poco de tiempo, comienzo a contarle los lugares que visitamos. Si quieren más detalle sobre los lugares, cada uno está enlazado a una guía de Roma.
El Coliseo
El primer lugar que visitamos fue El Coliseo, imponente y maravilloso. Pensé que la pequeñita se aburriría, pero la verdad es que se divirtió mucho saltando entre ruinas. Convirtió el lugar en un parque divertido con muchas cosas para descubrir.
Si viajan con niños más grandes puede ser interesante contarles la historia de lo que allí sucedía en siglos pasados.
Tiene elevador para sillas de rueda y cochecitos.
Foro Romano
Luego de almorzar tranquilamente mientras la Mími Viajera hacía una siesta, visitamos El Palatino, el Foro Romano y los Foros Imperiales. Info sobre los tres aquí.
El Palatino, con sus bonitas áreas verdes y espacio para caminar o correr con tranquilidad, fue un respiro, la niña pudo correr a sus anchas y disfrutar la brisa suave de la tarde.
Aquí en este complejo, que un día fue el el centro jurídico y social de la antigua Roma, hay muchas cosas que ver, así que vayan descansados y con ganas de caminar. La entrada a este lugar está incluida junto a la del Coliseo.
Algunas partes son cómodas para el cochecito y otras llenas de piedras en el suelo no tanto.
Nos encantó la vista de Roma y del Coliseo desde aquí.
Puedes reservar la visita al Coliseo en tours viabam.
El Santuario de los gatos
El Santuario de los gatos. Ubicado en el Largo Argentina, fue sin duda la visita favorito de mi hija y lo visitamos cada día de nuestro viaje. Entre las ruinas protegidas de cuatro templos romanos de la zona, se les ha dado asilo a muchos gatos abandonados de la ciudad, y algunos se acomodan en la entrada del sitio a recibir mimos de los vecinos y turistas.
Supuestamente por las tardes los encargados del cuidado de los animales hacen visitas guiadas gratuitas, pero nunca coincidimos.
Panteón de Roma
El Tercer día hicimos un paseo muy productivo por el centro, desde el Largo Argentina caminamos hasta el Panteón de Roma, edificio con una cúpula masiva y columnas egipcias imponentes en su fachada. Dedicado a los dioses y levantado en el 125 d.C. en honor a todos los dioses.
Vale la pena visitar, no se demorarán más que unos minutos y la entrada es gratuita.
Piazza Navona
Del Panteón seguimos hasta la cercana Piazza Navona una de las más famosas de Roma, preciosa y colorida con muchos artistas vendiendo sus pinturas, bonitas fuentes (me gustó mucho la principal “La fuente de los cuatro ríos”, realizada por Gian Lorenzo Bernini ) y varios restaurantes típicos alrededor.
Fontana di Trevi
Más adelante llegamos hasta la Fontana di Trevi. Es inevitable que se te dibuje una sonrisa cuando la ves.. imponente, adornada, hermosa. Finalmente la vimos. Mími se divirtió lanzando monedas y aplaudiendo y estábamos tan felices que hasta me pareció simpática la rata acostumbrada al gentío que salió de su escondite de lo más tranquila a llevarse un pedazo de pan.
Debemos volver, tengo ganas de ver cómo luce de noche..
Esta zona que envuelve la Fontana de Trevi (Barrio Trevi) está atestada de turistas. Es complicado moverse entre la masa de gente con el carrito, y si hace mucho calor se puede terminar de muy mal humor, así que paciencia.
Piazza di Spagna
Seguimos caminando y pasamos por la Piazza di Spagna, lugar donde locales y turistas se sientan en su monumental escalinata a hacer people watching.
En una de las calle aledañas, Via Condotti, están las tiendas de los diseñadores más exclusivos de ropa, zapatos y accesorios. Por si les interesa.. a nosotros nos interesaba más llegar hasta el maravilloso Restaurante Otello.
Piazza del Popolo
Cerca de la Plaza de España está la Piazza del Popolo, o Plaza del Pueblo donde por mucho tiempo se realizaron ejecuciones públicas. La última en 1826.
Es enorme, nuestra pequeña no se cansaba de recorrerla de todas las formas, y se veía diminuta entre enormes ruinas.
Villa Borghese
Terminamos el día en el parque Villa Borghese, sentados en sus bancos bajo los enormes árboles que lo adornan, descansando del día tan intenso y enamorados sin duda de la ciudad.
Este parque es muy grande y tiene muchas cosas qué ver, como la Galería Borghese, que queda para una próxima visita.