Dentro de Tavira, hay una freguesía conocida como Cabanas de Tavira. Se trata de un pequeño pueblo con más o mas o menos mil habitantes.
Hoy en día la pesca no es la actividad económica más importante de la zona, ya que el turismo representa la mayor fuente de ingresos para esta bonita villa que ha crecido mirando a la Ría Formosa.

Conocimos Cabanas de Tavira al hospedarnos en el Golden Clube Cabanas, y nos fuimos pensando en ella como un destino perfecto si quieres unas vacaciones de playa tranquilas. Ideal para familias con niños pequeños.

Más allá de sus pocas calles residenciales, está la calle principal, con un paseo a orillas de la Ría Formosa lleno de cafés y restaurantes de buena calidad.
Puedes hacer desde Cabanas paseos por la Ría Formosa en bote, kayak o bicicleta.

La playa de Cabanas fue la que más disfrutamos durante estas vacaciones. La primera playa de Algarve que conocimos, y encontrarnos con sus aguas totalmente cristalinas, tranquilas y más cálidas que las del resto en Portugal, fue muy emocionante.

La mayoría de los alojamientos en la zona tienen un bote que te lleva por la ría hasta la playa. Si no, puedes tomar un bote taxi. Es un recorrido muy corto y agradable.

En la Playa de Cabanas no vas a encontrar restaurantes ni chiringuitos. Es simplemente un paraíso limpio de construcciones más complejas que las pequeñas casetas de los salvavidas.

Así que lleva bebidas y snacks cuando la visites. Lo único que vas a encontrar de comer son las famosas “Bolas de Berlim”, la cómida típica de playa de los portugueses. Son una especie de donuts rellenos con crema.
Sí hay servicio de paraguas y tumbonas disponibles.
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