Antes de ser madre, tenía varios viajes armados en mi cabeza.
Comencé en la adolescencia, con viajes cortos a ciudades cercanas a la mía, con pocas ambiciones , solo disfrutar de la naturaleza y de climas más amables que el de mi antiguo hogar: Maracaibo, Venezuela. Luego conocí a mi compañero de aventuras y me convenció de que viajar era lo máximo.
Nos fuimos juntos del país. Vivimos en un par de ciudades e hicimos muchos planes de viajes, los cuales no se han completado porque uno más importante nos tomó mucho tiempo: Tener a la Mími viajera con nosotros.
Tenía poco chance de ser madre, y luego de ir contra todo pronóstico médico lo logramos. Ahora somos tres, felices e inquietos, y los planes de viajes no desaparecieron, pero se redibujaron, ahora los imagino diferentes, ahora Tibet no está de primero en la lista, pero sí Madrid, que está al lado, a solo una hora de avión.
Apenas voy definiendo este blog en mi cabeza, y básicamente la idea es compartir nuestros viajes y aventuras en familia por Portual y el mundo, contarles de los sitios maravillosos que conozcamos y que no salen en las guías de viaje, y sobretodo de los sitios ideales para visitar en familia.
Todo visto desde la óptica de una mamá, que entiende que cuando se tienen hijos las prioridades cambian, pero la ganas de recorrer el mundo no desaparecen.